miércoles, 11 de marzo de 2020

La historia necesita de otras ciencias.


Como te imaginarás, el historiador no puede hacer todo solo. Así como la historia ayuda a otras ciencias, también necesita de ellas para encontrar, entender, interpretar, ubicar, fechar y ordenar todas las fuentes que descubre.
            La arqueología estudia los monumentos y obras construidos o utilizados por el hombre de la antigüedad. Así el arqueólogo es quién escarba en el suelo buscando esos restos. Pero no puede hacerlo sin la Geología. Esta ciencia estudia a la tierra, el origen y la formación de los materiales que lo componen. Es la ciencia que nos cuenta la “historia” de la Tierra: sus eras, los cambios que ha sufrido, etc.  Cuando el arqueólogo encuentra restos humanos debe recurrir a la Antropología, la ciencia que estudia al ser humano en sus aspectos físicos, sociales y culturales. Si los restos son muy antiguos, la ayuda vendrá de parte de la Paleontología, la ciencia que trata de los seres orgánicos cuyos restos están fosilizados.
            Cómo la historia humana está unida a la de los demás seres vivos, también las explicaciones de la Biología y la Botánica son fundamentales. La Geografía, cuyo objeto es describir la Tierra, los suelos y los climas donde se ha ubicado el ser humano, nos ayuda a entender la relación que existe entre el hombre y el medio.
            Otras ciencias también están a la orden el historiador: la Química, cuando hay que analizar los componentes de diferentes restos; la Lingüística, si se trata de investigar idiomas; La Numismática, para analizar monedas y medallas antiguas, etc.
            La Cronología, finalmente es consultada por el historiador para determinar el orden y las fechas de los acontecimientos pasados. La Cronología se refiere al modo en que los seres humanos computan el tiempo

Adaptado de
Berais A y otros (2008) Pensar la Historia Ed Contexto, Montevideo, Uruguay

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